Cabeza Vigueras, Paré la Concha y Senda Collantes desde Oceño

OCEÑO - CABEZA VIGUERAS - PARÉ LA CONCHA -  SENDA COLLANTES

DISTANCIA TOTAL    15,5 KILÓMETROS
DESNIVEL ACUMULADO  1.250 METROS

NOTA:
Existen dos tramos en los que hay que prestar mucha atención.  El principal es para encontrar el sendero que desciende por el Paré la Concha, ya que en su primer tramo está perdido y no dar con el nos haría imposible descender a Collantes sin meternos en graves aprietos.
Otro punto a prestar atención es el paso que hicimos nosotros entre la Jorcá Carraspión y la majada de Tamadón, ya que es algo aéreo y en un punto es necesario usar las manos.  No obstante este paso se puede evitar por el sendero más marcado que pasa por la Jorcá las Compliceras.

No puedo empezar la descripción de este recorrido sin una especial mención a un gran libro del que he sacado la toponímia y gran parte de las descripciones de esta entrada.
Se trata del libro de Angel Sanchez Antón "Macizo Nororiental de los Picos de Europa (Peñas Cabriegas)"   Una auténtica joya.




TRAMO 1:   OCEÑO - MAJADA CARRASPION - JORCÁ LAS COMPLICERAS



El lugar de inicio y finalización de este recorrido será el bonito pueblo de Oceño.
Deciros que si queréis facilitar el recorrido, existe una pista hormigonada que desde Oceño y pasando por las majadas de Jaces y Trespandiu nos llevaría hasta la majada de Carraspión donde finaliza dicha pista.  Pero como es costumbre nosotros evitamos este tipo de pistas. 
La pista sube hacia la izquierda, por encima de la iglesia, nosotros en cambio tomamos el antiguo camino.  Para ello debemos atravesar el pueblo hasta el final y tomar un camino enconchado que pasa cerca de un abrevadero.



A una altitud aproximada de 580 metros, abandonamos el sendero (poco antes de que este muera en la pista) para ascender por la ladera de nuestra derecha  (dirección sur)



Remontada la ladera, alcanzamos el Jaedu (650 m.) una zona llana con praderías.  Aquí giraremos a nuestra izquierda para nuevamente en dirección este (E) remontar la valleja  Cabaña Verde hasta llegar al collado homónimo.



A la izquierda del collado de Cabañaverde (798 m.) donde encontramos una cabaña en buen estado,  se alza  el canto Cabañaverde (810 m.) donde subimos para poder disfrutar de estas vistas hacia el norte donde vemos claramente el recorrido de la pista que se dirige a Carraspión.



Descendemos unos metros el Canto de Cabañaverde en dirección este y entroncamos con la pista que asciende desde la Collá Trespandiu en dirección a Carraspión.  Aquí esta pista asciende en sucesivas revueltas.  Nosotros la abandonamos a los pocos metros ascendiendo por una vallina en dirección sur (S).  En nuestro ascenso tenemos estas vistas hacia el norte.



Abandonamos la vallina hacia nuestra izquierda para llegar hasta un collado donde encontramos una laguna artificial para abastecer al ganado (920 m.)  Aquí observamos a media ladera un marcado sendero que asciende ligeramente en dirección sureste.  Se trata de las Conchas del Rocín que nos alza hasta esta preciosa pradería que vemos en la foto (965 m.)



Atravesamos la pradería en su longitud para dar vistas a la Braña de Carraspión situada en un profundo valle con la majada del mismo nombre.  Encima del valle y cerrándolo, se encuentra el Cueto Carraspión.



Bajamos hasta el valle, cruzamos el arroyo del Bazancón (930 m.) para ascender la herbosa Cuesta La Leche que nos alza hasta la Jorcá de Carraspión (980 m.)



Mientras ascendemos la Cuesta la Leche a nuestras espaldas queda la Braña de Carraspión y la vertiente oriental del Cabeza la Vaca.



Pasamos la Jorcá de Carraspión y damos vista al barranco del río Rubó.  El marcado sendero continua a media ladera mientras dejamos a nuestra espalda la bonita silueta del Cueto Carraspión.



Si seguimos el camino más marcado, este ascenderá unos metros hasta alcanzar la Jorcá de las Compliceras (998 m.) por donde pasaremos a la vertiente del valle de Collantes (por el que luego descenderemos), siendo este collado un buen mirador sobre el Urriello y parte del Macizo Central de Picos de Europa.



TRAMO 2: JORCÁ COMPLICERAS - CABEZA VIGUERAS - MAJADA COLLANTES






Si seguimos por el camino antes mencionado llegaríamos a otro collado (Collado Llamea) para luego pasar nuevamente a la vertiente del Rubó hasta las proximidades de la majada Tamadón.
 Pero nosotros vamos a tomar una vertiente un poco más "complicada".
Nos volvemos a situar unos metros antes del ascenso final a la Jorcá Compliceras y si miramos unos metros por debajo de nosotros veremos otro sendero marcado que discurre a media ladera (manteniendo la misma altitud) por esta vertiente que cae al barranco del Rubó.
Se trata del paso que se abrió para una traída de agua.  Es un sendero bastante vertical con algún paso aéreo aunque muy sencillo, como mucho hay que usar en un par de ocasiones las manos.



Volvemos a mirar hacia atrás para disfrutar de las vistas que tenemos sobre el precioso Cueto Carraspión.



Un nuevo tramo aéreo.  Como vemos una reciente quema nos facilita el paso que cubierto por maleza tiene que ser bastante más complicado.



Vistas sobre el barranco del Rubó.



Superado la parte más vertical de la travesía, damos vista a la majada de Tamadón situada en la cabecera del valle del Rubó.  Por encima de esta se halla el Collau la Galavín hacia el que nos dirigimos.



No tenemos falta de descender hasta la majada.  Una vez próximos a su vertical entroncaremos con el sendero que venía de las Compliceras por la vertiente de Collantes.
Tras un suave repecho alcanzamos el amplio Collau la Galavín (1.038 m.)  que se abre entre el Cabeza Vigueras al norte y el monte las Mazas al norte.  En el encontramos una llamativa charca.
La ascensión no tiene ninguna dificultad.  Un sendero nos ayuda a subir la Cuesta la Galavín, con ligera tendencia hacia la izquierda. 



Mientras ascendemos va ampliándose el horizonte que alcanza nuestra vista y podemos comenzar a ver los tres macizos de Picos de Europa.



Una vez muy cercanos a la parte cimera hacemos un giro hacia nuestra derecha arrimándonos a los desventíos de su cara sureste. Evitando perder altura en un pequeño jou que nos separa de la cumbre que ya tenemos al alcance.



Cumbre del Cabeza Vigueras (1.320 m.) se trata del techo de Peñamellera y punto culminante de la Sierra Nedrina.

Hacia el este vemos la Sierra Nedrina y a su derecha los impresionantes cortados que se desploman sobre el profundo valle del Río San Esteban



Vistas hacia el norte.



Hacia el sur-suroeste



Macizos Central y Occidental de Picos de Europa.



Tiramos un poco de zoom para ver con más detalle el Occidental con la inconfundible Peña Santa.




Del Central destaca por supuesto el Urriello.



Nos fijamos con detalle hacia el oeste y vemos el Collau Llamea cerca del que pasamos con anterioridad.
Hacia el nos dirigiremos para luego tomar un precioso sendero que nos acercará a la escondida majada de Nario desde donde nos alzaremos a la pequeña cumbre del Cueto del Buitre.



Para ello descendemos nuevamente hacia el Collado la Galavín.



Tomamos el sendero que nos aproxima a la majada de Tamadón y ascendemos los metros de repecho que nos restan hasta alcanzar el Collado Llamea.  Unos metros por debajo de este encontramos la Fuente Llamea, que brota bajo una roca.



Alcanzamos el Collao Llamea (979 m.) donde damos vista nuevamente al bonito valle de Collantes.  Cerrándolo por su vertiente norte las cumbres del Cueto las Vacas, Cabeza Legua y la Quebrada del Canto.



En  las mismas rocas que hay en el collado en su parte sur, vemos como arranca un sendero que es el que hemos de tomar y que se adentra en el hayedo.
A los pocos metros encontramos una bifurcación:  dejamos el sendero que continúa de frente ascendiendo por el hayedo y que se dirige al Collado de Las Retuertas, nosotros en cambio giraremos bruscamente a la derecha.  Dando vista nuevamente al Collado Llamea.



El camino hace un nuevo giro en dirección suroeste y asciende por el bonito hayedo, donde a veces el rastro de sendero se pierde por culpa de la hojarasca, aunque si nos fijamos bien podemos aún observar el empedrado del sendero.



Tras un repecho nos alzamos al Collado las Livorias (1.054 m.) 


Al  transponer el collado damos vista a una zona despejada de hayas.  Una especia de jou cubierto de pradería.

Hemos de seguir a media ladera hacia el punto donde equivocadamente en la foto marqué como Collada las Livorias.



Antes de llegar a ese punto nos asomamos hacia nuestra derecha (norte) para disfrutar de estas vistas



Seguimos ese corto tramo a media ladera hasta dar vista a una amplia vallina que desciende hasta la majada Nario, hacia donde nos dirigimos.



Majada Nario (910 m.) hermosa y amplia vega situado a los pies del llamativo Cueto El Buitre.



Esta peña presenta dos caras muy distintas:  la cara norte es una pared extraplomada imposible de ascender.  Sin embargo la cara sur tiene una cara más accesible.  Lo mejor por tanto es bordearla por su izquierda (cara sur) completamente, siendo luego una ascensión muy sencilla.
Estas son las vistas desde su cumbre (950 m.)



Hacia el norte, os marco de amarillo la senda Collantes que vamos a recorrer en nuestro regreso a Oceño.



A nuestros pies la hermosa vega y majada de Nario.



Nuestro recorrido nos dirige hacia el norte a descender hacia el valle de Collantes para alcanzar la majada homónima.
Sin embargo las majadas de Nario y Collantes están separadas por La Varieya, conjunto de resaltes rocosos que prácticamente hacen impracticable cualquier descenso.  No obstante gracias al magistral quehacer de los pastores,  los cuales idearon un sendero que comunica ambas majadas, pero que por desgracia hoy está casi perdido.  No obstante vale la pena descubrir esta travesía hermosa por parajes verticales que a mi gusto fue lo más bonito de todo el recorrido.
Para tomar el arranque de esta senda hemos de dirigirnos a la horcada que vemos en esta foto tomada desde el Canto del Buitre.



Traspasamos la horcada y dejamos atrás los suaves relieves de las praderías de Nario para atravesar un mundo mucho más vertical y agreste.  Descendemos por el pindio hayedo en cuyos primeros metros no vemos rastro alguno del sendero.
Los primeros metros descenderemos por una especie de vallina, pero pronto hemos de salirnos de ella hacia la derecha.  El hayedo nos impide ver las referencias, y eso que es invierno.  En época en el que las hayas tengan hoja la labor es aún más complicada.  Dicha referencia son unas paredes verticales que hay hacia nuestra derecha en diagonal descendente.

Fijándonos bien una vez que hagamos esa salida de la vallina hacia nuestra derecha empezaremos a vislumbrar, perdido entre la alta hierba, el antiguo sendero, que desciende en cortos zig-zag.



Aquí vemos claramente las paredes verticales que serían nuestra referencía.  El sendero por fin aparece perfectamente marcado. 
La Concha El Joyo que así se llama el sendero, hace una clara travesía en dirección a este contrafuerte calizo:  El Paré las Conchas.



Un corto ascenso nos lleva hasta una especie de collado situado en la base del Paré la Conchas, donde hay un pequeño refugio para el ganado.



Descendemos por la otra vertiente del collado, por una corta pendiente herbosa a modo de repisa en cuya parte final hay una pequeña armadura.




Terminada esta repisa haremos un giro brusco a nuestra izquierda para descender por el hayedo.



En nuestro descenso dejaremos a nuestra derecha una pindia canal, que tiene una alargada y húmeda lastra.  La canal culmina en una llamativa y gran oquedad, la cueva de la Ventosina.



Descendemos diagonalmente pegados a una vertical pared, aprovechando los trazos del antiguo sendero que la mayoría del tiempo se encuentra oculto entre la alta hierba.





El descenso se va suavizando según vamos llegando al fondo del valle de Collantes.  Si echamos un vistazo atrás vemos el descenso que hemos realizado pegado al paredón vertical, y por encima de este encontramos el Paré la Concha por donde también pasa este fascinante sendero.



Descendemos al valle de Collantes, atravesando primero un frondoso avellanedo.
En el descenso encontramos varias cabañas en estado ruinoso.  Pasamos por el Pedregal donde encontramos estas tres cabañas adosadas que vemos en la foto



Salimos a la parte baja de la majada Collantes donde llegamos a esta cabaña que se encuentra en algo mejor estado que las anteriores.  En este punto  (580 m.) abandonamos el valle y nos subimos unos metros a la ladera opuesta donde se encuentras los Praos de Selviejo, desde ellos arranca otro bonito y antiguo sendero pastoril que tenemos el privilegio de recorrer:  La Senda Collantes.



El sendero siempre a media ladera y con ascenso ligero, se encuentra, en este primer tramo, algo tomado por la maleza que dificulta un poco el avance.  Nos preocupa que en pocos años la vegetación se trague este hermoso sendero, aunque nos consoló encontrarnos un pastor que llevaba su rebaño de ovejas por este sendero lo que quiere decir que aún tiene uso pastoril y por tanto muchas posibilidades de que se conserve por años.
El sendero nos llevará hasta  El Canquiellu Selviejo, una especie de colladín que vemos en la foto.



Desde el tenemos unas espectaculares vistas sobre la majada y pastos de Collantes, así como todo este hermoso valle.



TRAMO 3:  SENDA COLLANTES - OCEÑO




Atravesamos una zona más libre de vegetación en donde el sendero se encuentra muy marcado.  Caminamos por la Concha de La Cuesta.  En una de las curvas del sendero encontramos la Fuente de Coríos, manantial armado con piedras.



Llegamos a una bifurcación de caminos.  Se trata del Extremo del Camino (600 m.).  El sendero que sale a la izquierda en franco descenso se dirige al fondo del valle del río Mildón en la zona conocida como Las Mestas.  Por esta zona ya hemos pasado en otro impresionante recorrido realizado por esta zona de las Peñas Cabriegas.  Podeis verlo en este enlace: http://losdelasclaras.blogspot.com.es/search/label/Vierro
El sendero de la derecha que es el que tomamos, mantiene la misma altitud mientras va girando hasta tomar rumbo norte-noroeste, realizando una larga travesía bordeando la Llomba de Valdonao. 
Hemos de atravesar  una gran pedrera hasta acercarnos a la zona donde el terreno se vuelve más vertical.



Pasada la pedrera arranca la Concha el Grezo, sendero que supera este espolón calizo por una serie de escalones en la roca.



Tras el ascenso realizamos una corta travesía hasta alcanzar en una preciosa horcada:  La Posa de la Joradá (656 m.).  Esta horcada era usada en otros tiempos por los habitantes de Oceño para descansar y despojarse unos minutos del costal de leña que transportaban a sus espaldas.  
Pero por suerte nosotros venimos por afición y los más descansados aprovechan a subirse en la peña sobre la que está labrado el Juraco la Joradá que vamos a ver ahora en el descenso.



En la vertiente opuesta de la horcada descendemos unos metros por la Canaluca de la Joradá, pindia canal herbosa que abandonamos a los pocos metros a nuestra derecha donde arranca el paso más aéreo y estrecho de esta senda Collantes, conocido como Los Sedos.  Desde su arranque observamos perfectamente el llamativo Juraco de la Joradá.



Descendemos por Los Sedos, donde el sendero discurre tallado en la misma roca.  No es un tramo muy complicado pero hay que prestar atención ya que un tropezón sería fatal.



Atravesamos la riega del Paré Ermejo por debajo de los verticales farallones del Pico Salvoso.



Desde Los Sedos también podemos contemplar el resto del recorrido por este espectacular sendero hasta alzarnos en la Collá Trallué.



Ascendemos unos metros para alcanzar el Paré Ermejo (o Bermejo por el color rojizo de la roca), en donde la senda está armada en la roca.



Atravesando el Paré Ermejo en la ladera opuesta vemos el Juraco la Joradá.



Un vistazo hacia atrás donde contemplamos la zona de Los Sedos y el Juraco.



Una vez dejado atrás el Paré Ermejo atravesamos unos tramos de continuo sube y baja, bajo los contrafuertes del Pico Salvoso.



Un último pero llevadero repecho nos alza hasta el Collado Trallué (686 m.) ( hay un repetidor instalado en las cercanías).  Las vistas desde este collado son magníficas para divisar todo el tramo superado por la senda Collantes (aunque la posición del sol no impidió hacer fotos decentes). En la vertiente norte del collado divisamos bajo nuestros pies el pueblo de Oceño.
Desde el collado descendemos por un enconchado camino, que pasando primero por las cabañas de la Roza (560 m.) nos llevará hasta las mismas calles del pueblo de Oceño.



2 comentarios:

Berto Xuan dijo...

Mui guapu si señor... tengo pendientes el Cuetu Jajau y el Virotones, nun m'importaba averamen dende Oceñu, por tan guapa sienda.

Un saludu

Cienfuegos Caleyeru dijo...

Que pena no haber podido ir con vosotros. De todas formas, esta acabará cayendo que le tengo muchas ganas. No se si igual o con alguna variación en el recorrido, pero acabará cayendo. Muy guapo ese descenso a Collantes.
Un saludo