CAP CORSE (CÓRCEGA DÍA 16)

CIRCUITO POR EL CAP CORSE (DÍA 16)

ENLACE AL RESTO DEL VIAJE 

Cap Corse es una península de 40 kilómetros de largo y 10 de ancho que sobresale del resto de Córcega a modo de dedo. Esta situada en el extremo septentrional de la isla, siendo el punto más cercano a la Europa continental.
Es una región salvaje y escarpada, gobernada durante muchos años por importantes familias de la nobleza genovesa, que prosperaron gracias al comercio de vino y aceite.
Actualmente el cabo está salpicado de torres de vigilancia construidas por los genoveses, así como de bonitos pueblos de pescadores y pequeñas poblaciones aisladas en las montañas.
La costa occidental tiene un paisaje más agreste y carreteras sinuosas y estrechas, contrasta con la costa oriental más sencilla de recorrer.  El perímetro del cabo se puede recorrer en automóvil en un solo día.

PUNTOS QUE VISITAREMOS



Para recorrer el CAP CORSE saldremos de Saint Florent recorriendo la sinuosa D80 que serpentea junto al espectacular litoral.
A lo largo del trayecto pueden verse varias torres genovesas en ruinas, y en varios puntos hay carreteras secundarias que parten de la D80 y serpentean hacia pequeñas playas, llamadas marines.
Destaca entre estas la Marine de Negru, una playa de guijarros bordeada por acantilados y dominada por una torre genovesa.



Proseguimos el avance por la tortuosa D80 dirección norte hasta llegar a Nonza.  El pueblo se encuentra aferrado a los flancos de una rocosa cima coronada por una torre.  El pueblo de Nonza es el más bello de la costa occidental del cabo.


Las casas de piedra con el techo de esquisto se aferran a las empinadas laderas.


Merece la pena  deambular por los empinados y sinuosos callejones de este pueblo y descubrir sus bonitos rincones


Entre estos rincones se encuentra la coqueta plaza donde se sitúa el Café de la Tour, un café al aire libre con mesas alrededor de la fuente del pueblo, a la sombra de los plátanos.


Según nos alzamos a la parte alta del pueblo tenemos unas fantásticas vistas sobre la playa de Nonza.


Una empinada escalinata nos conduce a la Tour de Nonza o Tour de Paoline (entrada gratuita).  Construida en la época de Pascal Paoli (siglo XVIII).


Esta torre contrasta con las torres circulares genovesas, pues tiene forma cuadrada; en verano acoge exposiciones exposiciones de artesanía local.


 La vista desde ella hacia la playa de Nonza es espectacular. Al fondo de la foto vemos la horrible estampa de una antigua cantera de asbesto que fue abandonada en los años setenta.  Las piedras desechadas de la cantera se vertían al mar, pero volvieron a la costa para formar la enorme playa de guijarros de Nonza.


Entre los salientes rocosos que hay debajo de la torre, encontramos una terraza en lo alto de un peñasco.  El lugar es muy llamativo.


Seguimos recorriendo la espectacular carretera deteniéndonos cada poco para disfrutar de las magnificas vistas.


Nos acercamos a Centuri un pintoresco puerto que alberga una importante flota de pescadores de cigalas.


Quien quiera permitirse el lujo de disfrutar de ellas puede hacerlo en alguno de los restaurantes de este pequeño puerto.


Desde Centuri hemos de ascender un pequeño puerto (Col de la Serra) y descender ya a la vertiente oriental del Cap Corse a la turística población de Macinaggio.  En ella no hay mucho que destacar salvo el arranque de un precioso sendero costero denominado Sendero de los Aduaneros, que tendremos la suerte de conocer al día siguiente (aunque no estaba en nuestros planes).

Dejamos Macinaggio y ahora en dirección sur recorremos la menos accidentada costa oriental del Cap Corse, donde seguimos viendo un bonito paisaje costero y más torres genovesas como esta que vemos en la foto:  La Tour de l'Osse.


Ya cerca de Bastia nos acercamos a visitar el bello pueblo costero de Erbalunga.  Apenas unas pocas calles cercanas al puerto para visitar por lo que dicha visita no nos lleva mucho tiempo.  Comenzamos en la Place de Gaulle donde vemos el Palazzo Gentile


Nos acercamos a la linea costera donde paseamos junto a casas cuyas fachadas caen sobre el mar.


Un conjunto de estrechos callejones atraviesan sombreados patios hasta la torre genovesa en ruinas.


Vemos el pequeño puerto de Erbalunga.


Se hace difícil imaginar que este pequeño puerto, donde apenas se bambolean unas pocas embarcaciones, fue en su día más prospero que los de Ajaccio y Bastia, gracias a la exportación de vino y aceite de oliva a Génova.



Continuamos los últimos kilómetros hacia el sur por la D81 hasta alcanzar la ciudad de Bastia, fundada en 1372 con poco más de 40.000 habitantes, bien merece unas horas de paseo por sus calles.

Comenzamos en la principal plaza de la ciudad la Plaze St-Nicolas y nos dirigimos hacia su extremo sur donde se encuentra una estatua de Napoleón.
La plaza es un espacio multiusos: terrazas, parque infantil, punto de encuentro y, los domingos por la mañana, es fundamental no perderse el Marché aux Puces, con gran presencia de anticuarios.


Seguimos en dirección sur hasta alcanzar la Place  du Marché donde se encuentra el Hotel le Ville antiguo ayuntamiento de Bastia.
Si hacéis la visita por la mañana encontraréis aquí un mercado de comida.


En la esquina suroccidental se erige la Église de St-Jean Baptiste, la iglesia más grande de Córcega, data del s. XVII.


A los pocos metros alcanzamos el Vieux Port.  Cuando Bastia se convirtió en una importante ciudad portuaria, se construyo un nuevo puerto comercial al noroeste del antiguo, hoy reconvertido en un puerto deportivo con restaurantes y cafés.
Observamos claramente la iglesia de Saint Jean Baptiste, cuyas torres sobresalen por encima de los edificios embelleciendo la vista del puerto viejo.


Recorremos la zona porturaria en dirección sureste para dirigirnos a la Ciudadela y al barrio de Terra Nova, desde cuya parte alta tenemos estas magníficas vistas sobre el puerto.


Llegamos a la plaza du Donjon dominada por el Palais des Gouverneurs. Esta ciudadela fue erigida en 1.530 y fue la residencia del gobernador genovés de Córcega durante más de dos siglos.


Cerrado al público desde la década de los 80 se ha abierto recientemente para acoger en su interior el museo etnográfico de Córcega.


Tras callejear un rato por el barrio de Terra Nova regresamos a por nuestro vehículo para hacer la última para da del día.  Saint Michele de Murato


Se trata de una iglesia pisana de estilo románico, es una de las diez que se conservan en la isla.  Con una estructura de nave única sin crucero y el campanario de base cuadrada.


Tiene las características franjas verdes (ofita) y blancas (creta).  La iglesia se erigió alrededor del año 1140.


Durante el breve período de independencia corsa del siglo XVIII, el pueblo de Murato, situado a 1 kilómetro de la iglesia, fue la sede de la casa de la moneda del estado corso.


En la parte superior pueden verse estatuillas naíf talladas en la piedra que parecen observar nuestra presencia.


1 comentario:

Paloma Robles Blanco dijo...

Qué descripción tan cuidada de los hermosos lugares que habéis visitado. La Iglesia de Saint Michel me ha encantado. Vivir en esas preciosas casas costeras me daría un poco de miedo...como el mar se enfade- que lo hace de vez en cuando- ...tela!! Una preciosidad de viaje y de reportaje. Saludos